En México no se vacunará contra la Covid-19 a ningún niño que no padezca una enfermedad crónica, ya que no existe una recomendación de las “autoridades sanitarias internacionales” al respecto. Así lo afirmó el presidente, Andrés Manuel López Obrador, durante una gira de trabajo en Durango, durante la cual abundó que ante la falta de una recomendación se podría causar un daño a los menores; sin embargo, no detalló las posibles causas. “Cuando las organizaciones de la salud en el mundo autoricen la vacunación para niños que no tiene ninguna enfermedad, entonces también. No lo podemos hacer si no hay autorización porque no se le puede causar un daño a los niños”, dijo el presidente.
En Estados Unidos, alrededor de 28 millones de niños entre 5 y 11 años son elegibles para recibir una vacuna contra la Covid-19 e, tras la solicitud formal de Pfizer y el laboratorio BioNTech para que su biológico sea autorizado en este país. Pfizer y BioNTech confirmaron que este jueves hicieron la solicitud formal a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) para que su vacuna reciba autorización para el uso de emergencia.
Grandes cantidades de niños se han contagiado de la variante delta del coronavirus e inmunizar a la población más joven es considerado un factor clave para mantener abiertas las escuelas y ayudar a terminar con la pandemia. A fines de septiembre, Pfizer y BioNTech, que desarrollaron juntas la vacuna, comenzaron a enviar datos a la agencia FDA, que supervisa en Estados Unidos los medicamentos, para su muy esperada autorización.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) consideró que la pandemia de Covid-19 persistirá en México y en otras regiones de América Latina hasta “bien entrado 2022”. Durante una conferencia de prensa, el gerente de Covid-19 de la OPS, Sylvain Aldighieri, indicó que, en tanto el virus permanezca circulando entre la población, existe la posibilidad de que surjan nuevos brotes comunitarios, ya sea a nivel local, estatal o nacional. Destacó la importancia de la vacunación y su avance en algunos países como México; sin embargo, acotó que es importante que los gobiernos no diseñen sus políticas de salud pública con base en presunciones de que han alcanzado una “inmunidad de rebaño”.